Vos hablás de amor, y no creo que pensemos igual respecto a lo que significa, si bien tengo que admitirte que es demasiado ambigua la palabra, vos la convertiste en la paradoja de la relación. Todavía me pregunto, por qué seguía de pie, si ya ni rodillas me quedaban de tanto arrastrarme. Como fiel dictador, carismático, y manipulador, fui cayendo de a poco, en tu lógica inexacta de lo que sentías por mi, lo cual, al día de hoy, te aseguro que no lo tenés claro. Hoy puedo ver desde afuera, y te digo, que si lo que vos ofrecés es amor?, dáselo con gusto a otra, que se conforme con NADA, y que le guste TODO de vos, si llegás a lograr ese balance, te felicito, y buena vida.
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